En Qatar sólo viven 250 mil qataríes, es decir, sólo el 10% de la población que vive en el país. El resto son trabajadores inmigrantes en búsqueda de oportunidades. Muchos europeos son contratados para desarrollar trabajos profesionales, mientras que la mano de obra son principalmente personas de Kenia, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, entre otros. 

Dado lo anterior, conocer qataríes es muy difícil, ya que las personas con las que probablemente interactúen durante tu estadía serán siempre inmigrantes, quienes aseguran medio broma, medio en serio, que los locales de ahí prácticamente no trabajan. Sólo algunas horas al día para dirigir sus negocios, o bien en las fuerzas armadas. 

Pese a haber gente de muchas partes del mundo, el Emirato qatarí rige la cultura y política del país a través del islám wahhabita, una rama que impone estrictos códigos de conducta. 

Lo anterior se enmarca en una sociedad donde la religión, el lujo y el dinero está al centro. Asimismo, Qatar estuvo bloqueado económicamente por otros países árabes hasta hace pocos años, supuestamente por vínculos económicos con ciertos grupos denominados terroristas. Dado esto, el país entró en una fase de reconstruir las confianzas, para lo que ha hecho una fuerte inversión para atraer turistas. Prueba de ello es la organización del mundial de fútbol de la FIFA en 2022, traer eventos deportivos de importancia mundial como la Fórmula 1, y la construcción y embellecimiento de la ciudad, entre otras acciones.  

Para lograr su objetivo, Qatar está dispuesto a invertir todo el dinero que sea necesario y así se hace notar en cada esquina de sus ciudades. Enormes rascacielos, monumentales centros comerciales, lujosos restaurantes y autos último modelo es el  escenario turístico para viajar por el país. Todo en medio del desierto.

Destinos & Ciudades